Justificación

La inclusión educativa sigue enfrentando importantes desafíos en el contexto escolar, especialmente en relación con la implementación de metodologías que respondan a la diversidad del estudiantado. De acuerdo con la UNESCO (2020), “la falta de recursos, la formación insuficiente de los maestros y las actitudes discriminatorias constituyen barreras clave para lograr una educación inclusiva efectiva” (p. 28). Esto impacta negativamente en el bienestar y desarrollo de estudiantes con necesidades educativas especiales, dificultando su participación plena.

Utilidad

La estrategia psicosocial propuesta es útil porque emplea una metodología no convencional que se adapta a las realidades escolares mediante el uso de cuentos, una herramienta creativa y emocional. Según Booth y Ainscow (2015), “la inclusión se logra cuando las escuelas desarrollan formas de enseñanza que valoran la diversidad del alumnado y responden a sus distintas necesidades de aprendizaje” (p. 18). El uso del cuento permite transmitir valores de respeto, empatía y solidaridad de manera accesible tanto para estudiantes como para docentes, facilitando un aprendizaje significativo e inclusivo.

Interés

Esta propuesta beneficia directamente a la comunidad educativa, ya que promueve un entorno de comprensión mutua y adaptación pedagógica. Como señalan Díaz y Hernández (2010), “la enseñanza no puede concebirse como una mera transmisión de conocimientos, sino como una construcción compartida que considera las particularidades de cada estudiante” (p. 45). Por tanto, el desarrollo de cuentos inclusivos fortalece la formación integral y emocional de los estudiantes, al mismo tiempo que brinda a los docentes nuevas estrategias de intervención en el aula.

Novedad

La novedad de esta estrategia radica en su enfoque creativo y narrativo, que permite abordar la inclusión educativa desde una perspectiva distinta a las prácticas pedagógicas convencionales. La UNESCO (2020) destaca que “las soluciones innovadoras y adaptadas al contexto son esenciales para avanzar hacia una educación inclusiva real” (p. 39). Utilizar cuentos como vehículo de cambio promueve una mayor identificación con los contenidos, involucrando a los estudiantes en experiencias de aprendizaje emocional y socialmente significativas. Además, se propone una evaluación cualitativa y cuantitativa del impacto, lo que le otorga rigor y aplicabilidad práctica.